Jueves 24 de junio, 2021
El tono emocional es contagioso y los líderes y directivos son quienes marcan la tendencia. La inteligencia emocional involucra: la capacidad de manejar emociones; ser consciente de uno mismo y el propio impacto; leer a los demás correctamente y con empatía; y construir relaciones sanas. Todas estas cosas, si se trabajan regularmente, ayudan a crear las condiciones óptimas para motivar un excelente desempeño a lo largo de una organización.
Los comportamientos y las actitudes de los líderes pueden generar cambios en todos los niveles, incluyendo a los empleados que tienen contacto directo con los clientes. Establecer el tono de cómo los empleados y clientes viven la experiencia con la organización es una función clave de un liderazgo fuerte y sirve para generar una cultura positiva que resulte en un excelente lugar de trabajo para todos. Cuando los líderes y los directivos en una organización están trabajando su propia inteligencia emocional, están marcando el camino para una cultura inclusiva donde las personas disfrutan ir a trabajar cada día.
Veremos