Cuando observamos qué hace que un lugar de trabajo sea excelente para una mujer las bases son las mismas que para cualquier otra persona: respeto, justicia y reconocimiento.
El panorama general del trabajo femenino en cuanto a cantidad de mujeres que acceden a desempeñar una tarea en una empresa no ha cambiado en los últimos tiempos. Si bien es difícil cambiar los patrones culturales que existen históricamente en las empresas, promover una equidad de género debe ser una responsabilidad de todos.
Aún cuando el contexto actual por COVID-19 nos afecta a todos, cuando el trabajo se ve amenazado, siempre comienza por los puestos de menor escala, de menor salario o de los menores beneficios. En Argentina, la mayoría de estos puestos son ocupados por mujeres.
La pandemia también mostró que las mujeres que tienen puestos de liderazgo en el gobierno de diferentes países son las que rápidamente y con la mejor eficacia han tomado decisiones. Lo realizaron de manera drástica, con empatía y a tiempo. Este tipo de acciones nos deberían hacer reflexionar sobre el lugar que ocupan las mujeres ya que no se busca solamente que tengan una cuota de representatividad de género.
Una mirada inclusiva en la fuerza laboral
Desde Great Place to Work®, tenemos una mirada inclusiva de la fuerza laboral y analizamos los datos con esa perspectiva. Cuanta más diversidad de ideas, más preparadas estarán las organizaciones para servir a clientes cada vez más exigentes y cambiantes. Cuanta más inclusión hay de esa diversidad, más voces estarán siendo escuchadas al interior de los equipos y más posibilidad de innovación existirá para llegar a esos consumidores.
Pero la inclusión requiere una mirada de equidad previa. Requiere partir de la base de que todos sin importar quiénes seamos, qué lugar ocupemos en la organización o de dónde vengamos, tengamos las mismas oportunidades. Para eso es que nos contrataron, sin importar el género que tengamos.
Para sentirse incluidos, todos los empleados tienen que tener la habilidad de poder compartir qué es lo que los hace únicos, tener un sentido de pertenencia con sus compañeros de trabajo y creer firmemente que todas las personas dentro de la organización son tratadas de manera equitativa.
Cómo promover la equidad de género
Cuando observamos qué hacen Los Mejores Lugares para Trabajar™ para Mujeres 2020 en materia de equidad de género, saltan a la luz una serie de prácticas disruptivas para el mundo laboral. Entre ellas se encuentran horarios flexibles de trabajo, programas de apoyo para quienes transitan situaciones de violencia doméstica a través de licencias extraordinarias pagas, tratamiento confidencial de las diversas situaciones o consejeros dentro de la organización que actúan como guías para las víctimas y el grupo familiar afectado.
También existen licencias pagas extendidas no sólo para el cuidador primario sino también para el secundario. Otro punto importante que abarcan las prácticas de estas empresas tiene que ver con el “soft landing” para madres recientes y el reintegro por guardería para los niños pequeños no sólo para las madres sino también para los padres.
Por otro lado, existen otra serie de temáticas que estas empresas abordan y que están relacionadas con el crecimiento de las mujeres en su carrera laboral. Estos temas tienen que ver con el desarrollo, el mentoring, el entrenar a las mujeres en ser más visibles en su espacio, en amplificar sus voces, y también en entrenar a los hombres en manejar sesgos, en brindar oportunidades para todos sin importar quién seas ni de dónde provengas.
Estas acciones combinadas, que surgen de una decisión estratégica y se abonan con la voluntad de seguir en este camino de la equidad, hace que las mujeres en Los Mejores Lugares para Trabajar™ tengan una experiencia positiva, igual que la de los hombres en sus lugares de trabajo.
Pero sobre todo, son organizaciones con mentalidad inclusiva. Y esto, no es sólo “hacer lo correcto” sino que está probado que es una excelente práctica de negocios. Si queremos innovación, tenemos que activar el impulso que brinda la unión de perspectivas diversas, experiencias y aprendizajes diferentes.
Qué beneficios ofrecen las organizaciones
En un contexto de competencia por captar y retener talentos, de agilidad para poner en marcha negocios o sustentar los existentes, es imprescindible volver a revisar qué se está haciendo en materia de beneficios: qué están ofreciendo las empresas, cuán atractivos son para el mercado laboral interno y potenciales candidatas, cuánta visibilidad tienen tales prácticas de beneficios por parte de los líderes y de los empleados.
Los beneficios para las mujeres en etapa fértil parecen estar en un laberinto en el que también se encuentran ellas. El área de beneficios en las organizaciones es un foco estratégico vital tanto para el crecimiento y la retención, como para la atracción. Sin embargo, son muy pocas las organizaciones que ubican a los beneficios en ese lugar.
Desafortunadamente, el género sí juega un papel en la experiencia laboral y la experiencia de las mujeres es muy dispar a la de los hombres. Para entender por qué y cómo podemos reescribir esta narrativa, necesitamos mirar los datos: Los hombres tienen el doble de probabilidades de percibir el lugar de trabajo como justo e igualitario.
Cuando se trata de un trato justo, nuestros datos revelaron que los hombres tenían casi el doble de probabilidades de creer que las personas son tratadas de manera justa independientemente del género en comparación con las mujeres.
Aspectos a tener en cuenta
Las brechas de género existen, pero respecto a la equidad hay diversos temas englobados que afectan a diversos grupos de mujeres. Por ejemplo, respecto al pago, hombres y mujeres tienen la misma experiencia. No así, en lo relativo al desarrollo y acceso a la cultura informal para conseguir cosas.
Respecto al equilibrio entre la vida laboral y personal, hombres y mujeres lo ven como prioritario. Sin embargo, entre las mujeres las diferencias se observan entre los grupos etarios.
Los hombres tienen una mejor percepción que las mujeres cuando piensan que las personas reciben un trato justo en su lugar de trabajo, independientemente de su género, y esta brecha de percepción aumenta con el aumento del nivel del puesto.
Las mujeres tienen experiencias más consistentes en los diversos rangos de puestos. Sin embargo, hay ciertos aspectos a observar donde eso no ocurre. La asignación y coordinación de tareas por parte de los jefes es un importante aspecto de mejora según las mujeres sin gente a cargo. Lo mismo ocurre con el involucramiento: las mujeres sin gente a cargo tienen percepciones más bajas en este sentido, al igual que los ascensos.
¿Pensás que tu organización está lista para dar el siguiente paso hacia la creación de un excelente lugar para trabajar para todos?
Para poder ser elegible en cualquiera de nuestros rankings, el primer paso es medir la experiencia de tus colaboradores a través de nuestro programa de 👉 Certificación™
DENISE PEÑA